Un caluroso día de verano para un pastor árabe y su hijo adoptado, Max. Max es un niño, curioso, aventurero de estatura media y un poco flaco.
Su padre, Casin, es avaricioso, está como un tonel y trata fatal a Max.
Un día Max, se encontró con unos hombres que buscaban algo. Él, cansado de su choza y su padre, se escondió en el maletero. A las tres horas de camino, pararon a beber agua, al abrir el maletero se lo encontraron, cuando les contó su historia se apiadaron de él y le dijeron que estaban buscando un rubí gigante.
Según los mapas tenían que buscar en Erg Sahel, después de varias horas de viaje se pararon a hablar con un grupo de viajeros, le preguntaron a su jefe, Luis, que por dónde se iba a Erg Sahel.
Cuando llegaron, se bajaron, Max fue hacia una palmera, cuando estaba cerca se cayó por un agujero y fue a para a una cueva, cuando cayó vio un inmenso rubí gigante, pero había algo más, había un montón de cabezas, una espada y una serpiente. Pero la espada estaba lejos, detrás de la serpiente, Max corrió hacia la espada, pero sin querer pisó a la serpiente, y la mató.
El rubí era suyo, llamó a los otros dos y sacaron el rubí, Max cogió la espada y se fue a España, lo adoptó otra familia y vivió feliz para siempre.
FIN
Relato realizado por Álvaro Olivares, 10 años.