CRÓNICAS Y COMENTARIOS

 

 

Pepote del Villar

11 años

Participante en el Desierto de los Niños de 2007

 

    Me ha gustado mucho el viaje porque he tenido nuevas experiencias y he conocido una nueva cultura: gente muy pobre, mujeres vestidas de negro de arriba abajo, dromedarios, camellos, dunas.

 

    El primer día fuimos de Algeciras hasta Ceuta y tras pasar la frontera entramos en Marruecos. Me llamó la atención que había muchas policías marroquíes que estaban empeñados en revisar y revisar los pasaportes. Personalmente pienso que lo hacían por hacerse los importantes.

 

    La primera noche dormimos en un hotel que a mí me encantó llamado Hotel Ibis.

 

    Al día siguiente fuimos desde el Ibis hasta Fez donde nosotros, los niños probamos primera vez los juegos del viaje. Los monitores, a pesar de lo cansados que estaban, nos organizaron unos juegos muy divertidos.. Mientras que los mayores se iban a la Medina de Fez. (Me habría gustado ir, aunque en los juegos me lo pasé muy bien).

 

    El domingo fuimos de Fez a Erfoud . De camino cruzamos las enormes montañas llamadas Atlas, donde aprendimos sus tres zonas,  que son: Atlas Alto, Atlas Medio y Antiatlas.

 

    El tercer día en Erfoud visitamos una cantera de fósiles, fue lo que más me gustó de ese día, porque los fósiles eran muy chulos. Estos fósiles me gustaron mas que los que luego vi que vendían los niños en las gasolineras, ya que los niños solo vendían colgantes y en la cantera tenían fósiles sueltos mucho más grandes.

 

    El martes salimos de Erfourd y fuimos a Merzouga. Allí estuvimos repartiendo material escolar y una buena persona del grupo donó un ordenador nuevo para esta escuela. Me pareció que los niños estaban ansiosos por recibir el material y que el colegio era muy pequeño con respecto a los que nosotros tenemos aquí en España. Los niños recibieron el material agradecidos dándonos a cambio un dibujo hecho por ellos. Después de que Nacho estrechase la mano al responsable del colegio cogimos los coches (después de repartir unos cuantos caramelos a los niños) y nos fuimos a hacer una cosa que no habían hecho el año pasado. ¡!Creamos un palmeral!! Lo hicimos a base de meter palmeras pequeñas (para lo grandes que son las normales) y las metimos en agujeros hechos antes de que llegaramos. Fue una chulada.

 

    Esa misma tarde hicimos un juego de buscar los waypoints señalados anteriormente en nuestros GPSs. Mi madre estaba emocionada, decía: “si nos dan las coordenadas de una piedra y las seguimos bien, allí estará esa piedra”.
 
     El quinto día fue la primera vez que fuimos por dunas en las que todos los coches nos íbamos quedando enterrados. Uno del grupo salía siempre corriendo del coche a mirar la situación y solucionarla. Mi padre, sin querer, se separó del grupo y no quería parar por miedo a quedarse atascado él solo. Total, llegamos los primeros al punto de encuentro, una hora antes de lo previsto.

 

    Al día siguiente salimos de Merzouga y haciendo “dunning” llegamos a un campamento de Khaimas que nos habían preparado. Las khaimas son muy diferentes a las tiendas de campaña normales puesto que están hechas con telas artesanales y no sintéticas, el suelo del campamento está recubierto de alfombras. Esa noche participamos en una gymkana en la que todos nos divertimos mucho porque era algo difícil y hasta tenía preguntas de ingenio, por ejemplo ¿qué número partido por 2 da 0? ¿Sabéis la respuesta? Os la digo.... El 8. ¿Adivináis por que?

 

    Antes de acostarnos Patricia y Luis, unos monitores, nos hicieron un espectáculo con cariocas y bolas de fuego. (sin quemarse).

 

    Al días siguiente fuimos a Meknes donde dormimos para volver al día siguiente a Ceuta para coger el barco de vuelta a España.

 

    Todo ha sido precioso, las dunas, las khaimas, las cariocas y las bolas de fuego, que iban como centellas en la oscuridad,  los fósiles y los amigables habitantes de Marruecos.

 

    ¡Ahh, casi se me olvida, en los hoteles la cena y el desayuno eran de self service y podías comer todo lo que quieras!!

 

    Ahora estoy en España acordándome de Marruecos, de sus desiertos y de los amigos que hice.

Pepote Del Villar (R 20)

 

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