CRÓNICAS Y COMENTARIOS

 

 

Mª Elena Párraga

13 años

Participante en el Desierto de los Niños de 2005, 2006 y 2007

 

Como siempre, este año ha sido estupendo y nos lo hemos pasado muy bien.

 

            El primer día, el viernes 30, quedamos todos en el parking del puerto de Algeciras. En el barco lo pasamos muy bien con los monitores, había un camello, una pitonisa, una periodista, un cámara, una princesa, un pastor y un médico loco.

 

            El sábado 31 por la mañana se celebró un briefing donde nos explicaron todo y nos dieron el material que los niños íbamos a necesitar para esta semana tan especial.
 Después partimos por grupos de coches para completar la primera ruta por carretera. Empezamos a conocernos a través de la emisora y enseguida surgieron chistes, adivinanzas, acertijos,..., mientras nuestros papás se iban dando paso para adelantar y sortear coches, carros, burritos, bicicletas.
De no ser por el contraste de los pueblos y las personas, hubiera parecido que estábamos atravesando el norte de España de lo verde que estaba todo.
            En el hotel de Fez estuvimos jugando todos los niños y recibimos una charla muy interesante de primeros auxilios.

 

            El domingo 1, en esta etapa hemos cruzado el Atlas, y nos hemos encontrado con nieve. Mientras íbamos por la carretera , a lo lejos se veía lo que parecían nubes pero en verdad eran montañas cubiertas de nieve, increíble, ¿verdad? Los niños al final convencimos a los papás de que nos pararan y nos tiramos bolas de nieve. Tras cruzar el Atlas ya empiezan a aparecer paisajes desérticos y zonas de oasis.
            En el hotel, mientras jugábamos al Mamut en los jardines, empezamos a oír trompetas y tambores que iban aumentando y aumentando de volumen y descubrimos que se estaba celebrando una boda marroquí, fue muy bonito.

 

           El lunes 2, ya empezamos a disfrutar de las pistas y paisajes desérticos , de manadas de dromedarios sueltos y de lagos de agua al pie de las dunas, fuimos a una zona escondida a coger rosas, sí, si rosas, pero rosas de arena del desierto, cogimos muchísimas, tantas que casi no entraban en el coche. Y llegamos a un hotel de ensueño, el Xaluca. Esa noche hicimos talleres: En uno te enseñaban a hacer nudos, en otro a hacer bolas para malabares, en otro pintabas una camiseta como te gustaría que se llevase el año que viene y en otro te pintaban con henna.

 

            Martes 3, hoy repartimos el material escolar que llevábamos en dos escuelas, ha sido muy bonito, todos los niños hemos hecho una cadena por donde pasaba todo el material, los niños marroquíes estaban muy contentos, todos tenían en la mano un dibujo que nos iban a dar después, y las niñas tenían las manos pintadas con henna. En las escuelas he conocido a Fátima, una niña marroquí muy guapa de 4 años. Luego , al pie del desierto los niños plantamos palmeras pequeñitas para formar el futuro oasis del desierto de los niños, un oasis nuestro, que nos lo va a cuidar un albergue amigos de la organización.
 Después de comer hemos jugado a ser copilotos los niños con el GPS, fue muy divertido: 20 R ,40 R ,90 R ,120 R, papá, papá, te has pasado, da la vuelta.
            Esta tarde han venido niños marroquíes al hotel y hemos hecho una fiesta todos juntos, hemos pintado con las manos y hemos bailado todos al ritmo de los tambores que tocaban los niños marroquíes.

 

            Miércoles 4, hoy hemos sorteado dromedarios salvajes por las pistas, hasta llegar a las primeras dunas, en donde nos quedamos todos al menos una vez y tuvimos que utilizar las planchas, las eslingas, las palas.
Mientras que los papás desatascaban los coches, los niños estuvimos jugando al fútbol con dos niños marroquíes.
            A la vuelta nos dimos un tremendo baño en la piscina del hotel y sorpresa, nos organizaron una tirolina desde nuestro camión y saltamos hasta el anochecer. Aprendimos a hacer cariocas y a bailarlas. Después de cenar jugamos con globos a hacer palmeras, camellos y jirafas.

 

            El jueves 5, durante el día y tras una charla de conducción en arena, disfrutamos de las dunas, las subidas, las bajadas, las pendientes, los empanzamientos, los rescates, los gritos y los sustos.
Al atardecer, lo pasamos en grande en una gymkhana entre todos los grupos, donde tuvimos que correr con los pies atados, encestar pelotas, realizar un circuito a ciegas, ..., y responder a acertijos trampa. Después de cenar, comenzó el espectáculo de cariocas ardientes y malabares con fuego, y los cuentos, historias y chistes alrededor de la hoguera del campamento de khajmas.
            Es increíble lo bien que se duerme en las khajmas.

 

            El viernes 6 , llegó el “peor” día de la semana, el día del regreso, el día de rellenar botellas de recuerdo con arena del desierto. Nos despedimos de la arena atravesando el mar de dunas hasta tomar la carretera de retorno a casa. Y por la carretera nos paró la policía con un radar para ponernos una multa, al final acabamos todos amigos regalándoles unas cervezas frías. Ya en el hotel nos despedimos todos.

 

            Ha sido un sueño hecho realidad y espero que el año que viene vuelva a repetirse.

 

                                                                                              María Elena.

 

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